El navegador de google utiliza sus Cookies para brindar una mejor busqueda[Navegacion] a usted, este blog por ser parte de google tambien utiliza cookies. (GOOGLE)

jueves, 24 de noviembre de 2011

feliz navidad (CPV)

hohoho sera navidad muy pronto asi que no publicare nada mas asta la ultima fiesta del año (fin de año) asi que la proxima entrada sera en (01/01/12) ASI QUE HOHOHO feliz navidad. (adicional:cuando reepublique se daran una sorpresa ya veran). :)

lunes, 21 de noviembre de 2011

savage prehistory

Nuevo savage prehistory

savage prehistory es una supuesta serie que seria el futuro de mi blog.

en esta serie trata cuando cientificos del siglo 22 trabajan en un experimento pero sale mal entonces portales temporales llevan a otros univesos paralelos donde la vida es ostil y tambien llevan al futuro y el pasado de la tierra entonces un equipo tiene que evitar la invasion al igual que en primeval.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Geosaurus (dragon rey)

Nuevo Geosaurus

Geosaurus es un género extinto de crocodiliformes marinos, incluidos en la familia Metriorhynchidae que vivió deste fines del Jurásico hasta principios del Cretácico. Geosaurus era un reptil marino carnívoro que vivía en los mares mesozoicos, en los que debió pasar la mayor parte de su vida, sino toda; sin embargo, se desconoce si Geosaurus o alguno de sus parientes metriorrínquidos nacían o no en el mar, ya que no existe evidencia como huevos o nidos. El nombre Geosaurus significa "lagarto de tierra", derivándose del griego Ge- ("tierra") y σαῦρος -sauros ("lagarto"). El nombre Geosaurus fue establecido por el naturalista francés Georges Cuvier en 1824.[3]
Como curiosidad, el término chino moderno para Geosaurus es Dilong 龍 "dragón de tierra" (龙 en chino simplificado);[4] sin embargo, un dinosaurio carnívoro procedente de China fue también denominado Dilong (pero éste formado con los términos dilong 帝龍 "dragón emperador").

Geosaurus era un reptil marino de gran tamaño, miembro del grupo Crurotarsi, el linaje que conduciría a los crocodilianos modernos. Más especifícamente era un "cocodrilo marino", es decir un talatosuquio. Geosaurus era similar en apariencia general a su pariente Dakosaurus con un cráneo relativamente corto y dientes curvados diseñados para cortar carne, probablemente usados para atacar a presas grandes.
Muchas de las primeras representaciones de Geosaurus estaban basadas en un espécimen casi completo descrito por Eberhard Fraas, el cual describió como una especie de Geosaurus, G. suevicus. Este ejemplar fue hallado en Alemania y data de fines del período Jurásico (Kimmeridgiense tardío).[5] G. suevicus tiene un distintivo hocico largo y estrecho dotado de dientes pequeños y delgados, muy diferentes de los cráneos pertenecientes a la especie tipo. Estudios posteriores y una redescripción de Geosaurus publicada en 2009 mostró que esta forma de hocico largo realmente representaba a individuos de Cricosaurus.[6]

Los géneros considerados sinónimos menores de Geosaurus incluyen a Brachytaenius y Halilimnosaurus .[7] Numerosas especies habían sido asignadas a este género desde el siglo XIX. Sin embargo, análisis filogenéticos iniciados en 2005 no apoyaron la monofilia de Geosaurus.[8] [9] Aunque algunas de las especies tradicionales, como G. suevicus y G. araucanensis formaban un grupo natural,[10] Enaliosuchus también se encontraba dentro de ese grupo.[8] [11] Dado que estos estudios mostraban que los géneros tradicionales de metriorrínquidos no estaban agrupados sobre la base de sus relaciones reales, se necesitó que varias de las especies tradicionalmente asignadas a Geosaurus fueran removidas y reclasificadas, aunque igualmente otras especies clasificadas en otros géneros fueran reasignadas al género Geosaurus.[6]
Las especies incluidas abajo siguen la clasificación revisada, presentada por Young y Andrade en 2009.[6]

  • La especie tipo Geosaurus giganteus, que significa "lagarto de tierra gigante", es conocida de Europa occidental (Alemania), en el Jurásico superior (principios del Titoniano). Originalmente se le llamó Lacerta gigantea por von Sömmerring.[12]
  • Geosaurus grandis, descrito originalmente por Wagner en 1858, fue antiguamente considerado una especie de Cricosaurus. Es conocido a partir de un cráneo completo.
  • Geosaurus lapparenti es conocido del sureste de Francia y data de principios del período Cretácico (Valanginiano). Fue nombrado en honor del paleontólogo francés Albert-Félix de Lapparent, y es conocido de un cráneo aislado y huesos postcraneales (cuello y vértebras de la cola y una faja pélvica parcial).[13] Fue clasificado originalmente como una especie de Dakosaurus.
Una especie grande y aún no descrita de Geosaurus es conocida a partir de un único diente de Plattenkalk en Alemania.[14]
Cladograma según análisis de Cau & Fanti (2010).[15]

En 2009, Young y de Andrade publicaron una redescripción de Geosaurus, examinando las relaciones y la validez de especies agrupadas en el género. Después de llevar a cabo un análisis filogenético de los metriorrínquidos, ellos hallaron que muchas especies estaban agrupadas de manera parafilética o en los géneros equivocados. Específicamente, ellos encontraron que varias especies antes clasificadas en Geosaurus, incluyendo G. suevicus, G. saltillense,[16] G. vignaudi,[17] y G. araucanensis[18] eran realmente especies del género cercano Cricosaurus.[6] Rhacheosaurus gracilis, otra especie de hocico largo, también era considerada una especie de Geosaurus (G. gracilis).[6] [19]
Geosaurus carpenteri, también referida en su tiempo a Dakosaurus, es conocido de un cráneo parcial. Dientes idénticos a los conocidos de esta especie han sido recuperados de Yorkshire, Reino Unido. Más tarde se le asignó su propio género, Torvoneustes por Andrade et al., 2010.[14]
Un especímen no nombrado de Geosaurus fue encontrado en rocas del periodo Oxfordiano de Cuba,[20] aunque estudios posteriores han mostrado que esta especie estaba más bien relacionada a Cricosaurus.[6]

Varias especies de metrirrínquidos son conocidas de la formación Mörnsheim (en la Caliza de Solnhofen, principios del Titoniano) de Baviera, Alemania. Junto a Dakosaurus maximus, se conocen tres especies de Geosaurus, incluyendo a G. giganteus, G. suevicus y G. gracilis. Se ha hipotetizado que esta diferenciación en nichos permitía a varias especies de crocodiliformes coexistir. Parece que Dakosaurus y G. giganteus eran los predadores principales en esta área, los cuales tenían dientes grandes y aserrados en cráneo de hocico corto, contrastando con Cricosaurus y Rhacheosaurus, ambos dotados de hocicos largos y delgados, especializados en peces y otras presas pequeñas. Adicionalmente, una especie del teleosáurido Steneosaurus también habitaba en esa formación.[21]

Carcharodon megalodon (diente colosal)

Nuevo Carcharodon megalodon

El megalodón, nombre que significa "diente grande", derivado de los términos griegos μέγας (mega, "grande") y ὀδούς (odon, "diente"), es una especie extinta de tiburón que vivió aproximadamente desde hace 28 a 1.5 millones de años, durante el Cenozoico (finales del Oligoceno a principios del Pleistoceno).
La asignación taxonómica de C. megalodon ha sido debatida por cerca de un siglo, y aún está en disputa con dos interpretaciones principales; como Carcharodon megalodon (bajo la familia Lamnidae) o bien como Carcharocles megalodon (bajo la familia Otodontidae).[1] Consecuentemente, el nombre científico de esta especie ha sido comúnmente abreviado a C. megalodon en la literatura científica.
C. megalodon es considerado como uno de los mayores y más poderosos depredadores en la historia de los vertebrados.[2] C. megalodon probablemente tuvo un profundo impacto en la estructura de las comunidades marinas de su época. Restos fósiles indican que este tiburón gigante alcanzaba una longitud total de más de 16 metros,[1] y también confirma su distribución cosmopolita.[1] Los científicos sugieren que C. megalodon lucía en vida como una versión corpulenta del gran tiburón blanco, Carcharodon carcharias.

De acuerdo a reportes del Renacimiento, gigantescos dientes triangulares fósiles que frecuentemente se hallan empotrados en formaciones rocosas, alguna vez se consideraron como lenguas petrificadas, conocidas en latín como glossopetrae, de dragones y serpientes. Esta interpretación fue corregida en 1667 por un naturalista danés, Nicolaus Steno, quién las reconoció como pertenecientes a un tiburón antiguo y produjo una conocida representación de una cabeza de tiburón llevando dichos dientes.[3] Él mencionó sus hallazgos en un libro, La cabeza de un tiburón diseccionada, el cual también contenía una ilustración de dientes de C. megalodon, previamente considerados como lenguas de piedra.[4]
mas.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Gigantopithecus blacki (Mono gigantesco)

Nuevo Gigantopithecus

Gigantophitecus es un género extinto de primates hominoideos que existió desde hace un millón de años hasta hace 300.000 (Pleistoceno Inferior a Medio), habitando los actuales países de China, India y Vietnam y pudiendo haber convivido con Homo erectus en Asia sudoriental. Las evidencias fósiles sugieren que Gigantopithecus fue el primate más grande que habitó el planeta. Probablemente haya sido cuadrúpedo y herbívoro, con una dieta similar a la del panda gigante basada en el bambú, y posiblemente suplementada con frutas de estación.
Aunque se desconoce el porqué de la extinción de Gigantopithecus, se supone que las razones principales fueron los cambios climáticos y la competencia por los recursos con especies mejor adaptadas (pandas u hombres primitivos).
Basados en la escasa evidencia de la cual disponemos (básicamente enormes molares y dientes de aproximadamente 2,5 cm de ancho, recolectados de tiendas de medicina tradicional china, pero claramente genuinos), Gigantopithecus debe haber medido 3 m (9 pies 10 pulg) de altura, y pesado de 300 kg (660 lb) a 500 kg (1100 lb). 2 ó 3 veces el tamaño de un gorila, aunque sus parientes vivos más cercanos serían los orangutanes. Esta estimación se basa en el cociente cabeza–esqueleto, en los primates conocidos actualmente.
Fue el paleontólogo alemán Ralph von Koenigswald quien halló el molar mencionado, en Hong Kong durante el año 1935. Enseguida reconoció que se trataba de una especie de simio gigante, a cuyo estudio se abocó durante los siguientes cuatro años. Durante la Segunda Guerra Mundial Von Koenigswald fue tomado prisionero, lo cual interrumpió su investigación.
Durante años la medicina china ha trabajado con estos fósiles, conocidos como "huesos de dragón". El valor económico que poseen ha llevado a que los habitantes de estas regiones los recolecten produciendo su desaparición de muchos sitios donde podrían haberse encontrado.
Algunos criptozoólogos han postulado que los seres legendarios conocidos en distintas geografías como Yeti, o Piegrande podrían ser variedades de Gigantopithecus que habrían sobrevivido hasta el presente.

sauropithecus habilis (dinosaurio gigantesco inteligente)

Nuevo sauropithecus habilis

los sauropitesidos son criaturas hipoteticas que son como el gigantopithecus blacki.

sauropithecus (gr. "inteligente gigante dinosaurio"). es un género ficticio de Ornitolestes hermanni Dinosauria. serian superdepredadores. que cazarian animales como el raptoroide en los bosques de bambu si existieran realmente entonses en lugar de King Kong seria King dino. y tambien seria un yetino o Yeti mamiferoide tambien un Dinogrande o Piegrande mamiferoide.

las fotos son iguales a (.....) pero son iguales

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Pachycephalosaurus (LAGARTO de CABEZA DURA.)

Nuevo Pachycephalosaurus

Pachycephalosaurus (gr. "reptil de cabeza gruesa") es un género representado por una única especie de dinosaurio marginocéfalo paquicefalosaurínido, que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 68 y 65 millones de años, en el Mastrichtiano, en lo que hoy es Norteamérica. Sus restos han sido encontrados en Montana, Dakota del Sur y Wyoming. Fue un animal herbívoro u omnívoro que se conoce solamente de un solo cráneo y de algunas piezas de la cúpula de este extremadamente gruesas. Este dinosaurio es monotípico, y su única especie conocida es, P. wyomingensis. Pachycephalosaurus es uno de los dinosaurios que aparece inmediatamente por debajo del límite K-T. Otro dinosaurio, Tylosteus del oeste de Norteamérica, ha sido sinonimizado con Pachycephalosaurus.

Como otros paquicefalosáuridos, Pachycephalosaurus era un bípedo posiblemente omnívoro con un techo del cráneo extremadamente grueso. Poseía largas patas y cortos brazos. Pachycephalosaurus es el paquicefalosáurido más grande conocido, midiendo entre 4,5 a 5 metros de longitud y hasta 2000 kilogramos de peso. La bóveda gruesa del cráneo de Pachycephalosaurus y de géneros relacionados dieron lugar a la teoría que los paquicefalosáuridos utilizaron sus cráneos en combate intraespecífico. Esta teoría se ha desacreditado en los últimos años.
La anatomía de Pachycephalosaurus es poco conocida, estando solo su cráneo descrito.[1] Pachycephalosaurus es famoso por tener un gran y huesudo domo en la parte superior del cráneo, de más de 25cm de grosor, lo cuál amortiguó con seguridad su cerebro minúsculo. El aspecto posterior del domo era agudo con nodulos huesudos y los púas huesudas proyectados hacia arriba del hocico. Las puntas eran probablemente redondeados, no agudos.[2]

El cráneo era corto con las orbitas de los ojo grandes, redondeadas y colocados hacia el frente, sugiriendo que el animal tenía buena visión y era capaz de visión binocular. Pachycephalosaurus tenía un pequeño hocico que terminaba en un pico acentuado. Los dientes eran minúsculos, con las coronas foliformes. La cabeza se apoyaba por un cuello con forma de "S" o "U" -.[2]
Pachycephalosaurus fue probablemente bípedo y uno de los más grandes paquicefalosáuridos conocidos. Comparandolo con otros dinosaurios de cabeza con cúpula mejor conocidos, se puede estimar que Pachycephalosaurus media aproximadamente 4.6 metros de largo,[3] teniendo un cuello bastante corto y grueso, miembros delanteros cortos, un cuerpo robusto, piernas traseras largas y una cola gruesa, que probablemente fue sostenida rígida por tendones osificados.[4]

Restos atribuibles a Pachycephalosaurus han sido encontrados desde principios de la década de 1850. Según lo determinado por Donald Baird, en 1859 o 1860, Ferdinand Vandeveer Hayden, un temprano recolector fósiles en el oeste norteamericano, recogió un fragmento del hueso en la vecindad del nacimiento del Río Missouri, qué ahora se reconoce como parte de la Formación Lance en el de sudeste Montana.[5] Este especimén, hoy ANSP 8568, fue descrito por Joseph Leidy en 1872 creyendo que pertenecía a una placa dermal de un reptil o una criatura similar al armadillo.[6] Su naturaleza real no fue revelada hasta que Baird lo volviera a estudiar un siglo más tarde y la identificara como un hueso escamoso (hueso de la parte posterior del cráneo) de Pachycephalosaurus, incluyendo un sistema de nódulos huesudos que correspondían a las encontradas en otros especímenes de Pachycephalosaurus.[5] Debido a que nombre Tylosteus precede a Pachycephalosaurus, de acuerdo con las reglas de ICZN este debería ser el usado. Baird peticiono con éxito que Pachycephalosaurus sea usado en vez del viejo Tylosteus debido a que este último no había sido usado durante los últimos 50 años, basándose en lo no diagnostico del material, y a la pobre información geográfica y estratigráfica.[7] Esto no es el final de la historia, Robert Sullivan sugirió en 2006 que ANSP 8568 es más similar al hueso de un Dracorex que el de Pachycephalosaurus.[1] Este hecho podría revestir actualmente poca importancia, ya que Dracorex es por muchos investigadores considerado un ejemplar juvenil de Pachycephalosaurus, como recientemente ha sido propuesto.[8]

P. wyomingensis, es la especie tipo y única especie valida hasta el momento. Pachycephalosaurus, fue nombrado por Charles W. Gilmore en 1931. El lo acuño para un cráneo USNM 12031, proveniente de la Formación Lance en el Condado de Niobrara, Wyoming. Gilmore lo asigno como una nueva especie de Troodon como T. wyomingensis.[9] En ese tiempo, los paleontólogos solo conocián a Troodon por sus dientes, que eran similares a los de Stegoceras. Por consiguiente, los qué ahora se conocen como paquicefalosáuridos fueron asignados a la familia Troodontidae, una idea incorrecta no corregida hasta 1945, por Charles M. Sternberg.[10]
En 1943, Barnum Brown y Erich Maren Schlaikjer, con nuevo y más completo material establecieron el género Pachycephalosaurus e hicieron a "T. wyomingensis" su especie tipo. También nombraron dos especies mas Pachycephalosaurus grangeri y Pachycephalosaurus reinheimeri. P. grangeri se basa en AMNH 1696, un casi completo cráneo proveniente de la Formación Hell Creek de Ekalaka, Condado Carter, Montana. P. reinheimeri se basaba en lo que es hoy DMNH 469, un domo con algunos restos asociados proveniente de la Formación Lance en el Condado de Corson, Dakota de Sur.[11] Estas otras dos especies fueron posteriormente consideradas Sinónimos de P. wyomingensis por 1983.[12]
En el encuentro anual de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados de 2007, Jack Horner de la Universidad Estatal de Montana - Bozeman presento evidencia de que Dracorex y Stygimoloch pueden ser formas juveniles de Pachycephalosaurus.[8]

Pachycephalosaurus le da el nombre a Pachycephalosauria, un clado de dinosaurios herbívoros ornitisquios que vivieron a finales del período geológico Cretácico, a finales del reinado de los dinosaurios en América del Norte y Asia. A pesar de su andar bípedo, estaban estrechamente más vinculados con los ceratopsianos que con los ornotópodos.[13]
Pachycephalosaurus es el más famos de los miembros dee Pachycephalosauria, a pesar de de no ser el mejor conservado. El clado incluye a Stenopelix, Wannanosaurus, Goyocephale, Stegoceras, Homalocephale, Tylocephale, Sphaerotholus y Prenocephale. Dentro de la tribu Pachycephalosaurini, Pachycephalosaurus esta más estrechamente emparentado con Dracorex y Stygimoloch, aunque estos podrían ser formas inmaduras de Pachycephalosaurus.[8]

Casi todos los fósiles de Pachycephalosaurus de las formaciones Lance y Hell Creek en el oeste de los Estados Unidos.[1] Pachycephalosaurus compartiron territorio con otros parientes cercanos como Dracorex y Stygimoloch.[16] Además había otros dinosaurios en el mismo lugar y tiempo como los ornitópodos Bugenasaura, los hadrosáuridos Edmontosaurus y Anatotitan, ceratópsidos como Triceratops y Torosaurus, el anquilosáurido Ankylosaurus, Y los terópodos Ornithomimus, Dromaeosaurus, y Tyrannosaurus.[17]
Los investigadores alguna vez consideraron a los Pachycephalosaurus y sus parientes eran bípedos similares al muflón o el buey almizclero, en donde los machos compiten entre sí dándose cabezazos. También se creía que su cabeza, cuello, y cuerpo estaban colocados horizontalmente y rectos, para transmitir la tensión durante el choque. Sin embargo, ahora se cree que los paquicefalosaurianos no habrían utilizado sus bóvedas de esta manera.

Primera, El techo del cráneo no habría podido soportar adecuadamente el impacto asociado al choque. También, no hay evidencia de las cicatrices o de otro daño en cráneos fosilizado de Pachycephalosaurus.[18] Además, las vértebras dorsales cervicales anteriores muestran que el cuello se llevaba en una posición curvada como una "S" o " U", no con una orientación recta, forma impropia para realizar choque de cabezas directos directo. Por último, la forma redondeada del cráneo disminuiría el área superficial de contacto durante el cabezazo, dando por resultado golpes fallidos.[2]
Lo más probable es que Pachycephalosaurus y los otros paquicefalosáuridos se golpearan mutuamente en los flancos. En este escenario, un individuo pudo haberse colocado paralelo a otro o haberle hecho frente a un rival directamente, usando exhibiciones para la intimidación de su rival. Si la intimidación falla, el Pachycephalosaurus doblaría su cabeza hacia abajo de lado, pegando a su rival en el flanco. Esta hipótesis es apoyada por lo robusto de la mayoría de los paquicefalosáuridos, un rasgo que habría protegido órganos vitales contra el daño. La teoría de los golpes en el flanco fue propuesta primero por Sue en 1978, y ampliado por Ken Carpenter en 1997.[2]
Los paleontólogos no se ponen de acuerdo sobre lo que comía este dinosaurio. Teniendo dientes muy pequeños y surcados, no habrían podido masticar las plantas resistentes y fibrosas con tanta eficacia como otros dinosaurios del mismo período. Se asume que los paquicefalosáuridos vivieron en una dieta mixta de hojas, semillas, frutas e insectos. Sosteniendo esto, los dientes serrados habría sido muy eficaz para destrozar las plantas.[19]

dinosauroide (dinosaurios avanzados)

Nuevo dinosauroide

los dinosauroides (del Es. "dinosaurio inteligente").es un género representado por una variedad de especies que evolucionaron del trodon.Los dinosauroides  son criaturas que evolucionaron del trodonte.

si no se hubieran extinguido entonces abrian construydo grandes ciudades, centros espaciales y se abria preguntado el sentido del universo

el dinosauroide no esta solo ya que otras criaturas evolucionaron de varias especies como el raptoroide,sauropithecus,dino sapiens y una variedad mas, mas informacion.

(100) Paralvinella sulfincola (gusano de la niebla)

Nuevo Paralvinella sulfincola

Paralvinella es un género de anélidos poliquetos de la familia Alvinellidae que prosperan en aguas profundas. Habitan en temperaturas que matan a la mayoría de los demás animales. Esta característica le hace un extremófilo o, más concretamente, un hipertemófilo.
Su singular habilidad para resistir el agua caliente que sale como un géiser de aberturas hidrotermales permite a estos gusanos aprovecharse de las bacterias que se desarrollan en esos ambientes y a las que otros animales no pueden llegar. Es difícil saber con precisión qué temperaturas pueden tolerar, ya que el agua de los respiraderos se derrama a temperaturas más allá del punto de ebullición, pero se enfría rápidamente en el mar.
Estos gusanos construyen tubos de moco, y son completamente móviles. Su apariencia se asemeja a la de una pequeña palmera roja con branquias de color rojo.

Apareció en la serie Primeval en una forma mas grande que habitaba en el Precámbrico y tenia hábitos terrestres. Era conocido como el "gusano de la niebla". Imagen del gusano de la niebla(como se puede ver tiene ciertas diferencias morfologicas).

martes, 15 de noviembre de 2011

Basilosaurus cetoides (lagarto rey)

Nuevo Basilosaurus

Los basilosaurios (Basilosaurus, "reptil rey" en griego antiguo) son un género extinto de cetáceos arqueocetos; se trata del primer cetáceo grande en aparecer en el registro fósil y es una pieza clave en el estudio de su evolución. Aparecieron en el Eoceno tardío,[1] hace aproximadamente cuarenta y cinco millones de años. Tenían una gran difusión a nivel geográfico, como lo demuestra el hecho de que se hayan encontrado fósiles en lugares tan variados como Alabama,[2] Luisiana,[3] Egipto[4] y Pakistán,[5] y habitaban en las aguas costeras poco profundas de los océanos del Eoceno. Dos de sus rasgos más interesantes son el alto grado de elongación de su cuerpo en comparación con el de las ballenas actuales y las dos patas posteriores vestigiales que poseían. Se extinguieron hace aproximadamente treinta y seis millones de años, poco antes del inicio del Oligoceno,[1] debido a un gran episodio de cambio climático conocido como Grande Coupure.

El basilosaurio no es una especie de transición, pero posee una combinación de características físicas típicas de sus antepasados terrestres y de elementos característicos de las ballenas modernas. Por ejemplo, a diferencia de las ballenas actuales, el basilosaurio tenía una mandíbula bien desarrollada con cuarenta y cuatro dientes afilados. Los del delante tenían forma de cono y estaban especializados para atrapar a las presas, mientras que los del detrás tenían forma triangular y estaban adaptados para desgarrar la carne, de manera parecida a los mesoniquios. Por este motivo, durante mucho tiempo éstos fueron considerados como los antepasados del basilosaurio.[1] Actualmente se cree que los cetáceos comparten un antepasado común con los artiodáctilos.
Su cuerpo extremadamente alargado es el producto de un proceso de elongación de sus vértebras, que parecen haber estado llenas de un fluido. Esto implicaría que el basilosaurio sólo podría haber funcionado en dos dimensiones a la superficie del mar, en contraste con el funcionamiento tridimensional de la mayoría del resto de cetáceos. A partir de la musculatura axial y los huesos gruesos de las patas, se puede inferir que el basilosaurio no era capaz de nadar o sumergirse durante periodos largos de tiempo. También se piensa que no tenía ningún tipo de capacidad de desplazarse a tierra firme.
La parte más curiosa de la anatomía del basilosaurio son sus patas posteriores, que miden sesenta centímetros y por lo tanto no habrían contribuido a la locomoción de un animal de entre quince y dieciocho metros. Los análisis de la morfología de estas patas, que sólo tenían tres dedos, muestran que sólo podían cambiar entre dos posiciones y que los tarsales estaban fusionados.[6] Se asemejan a los pequeños miembros que las boas utilizan como guías durante la copulación, y es posible que tuvieran una función similar. La historia del descubrimiento de estas patas es curiosa. Gingerich, que había estado investigando el género Pakicetus en Pakistán, no podía volver debido a un conflicto bélico. Así pues, se desplazó a Wadi Al-Hitan, donde quedó decepcionado al comprobar que la mayoría de fósiles eran de basilosaurio, una especie bien conocida. No obstante, Gingerich perseveró en sus excavaciones y acabó descubriendo algo sorprendente: que el basilosaurio tenía patas.[7]
Por otro lado, las patas delanteras de sus antepasados terrestres pasaron a ser aletas con una articulación flexible del codo, semejantes a las de las focas de hoy en día.[8]

La cabeza del basilosaurio no tenía espacio para un melón como el de las ballenas dentadas de hoy en día, y su cerebro también era más pequeño en comparación. Esto hace pensar que no tenía las habilidades sociales de las ballenas actuales.
Uno de los rasgos que diferencian a los mamíferos acuáticos de los peces es el tipo de movimiento que utilizan para desplazarse. Mientras que los peces mueven su cola horizontalmente, los mamíferos lo hacen verticalmente. A este respecto, la anatomía del basilosaurio presenta una cuestión difícil de resolver: las vértebras del final de la cola están comprimidas, como en los animales que tienen aleta caudal, pero una aleta como éstas sería muy ineficiente debido de a la gran longitud de su cola.[1] El tamaño similar de sus vértebras torácicas, lumbar, sacras y caudales indican que el basilosaurio se movía verticalmente de una manera parecida a la de las anguilas. Gingerich ha sugerido que el movimiento horizontal del basilosaurio también podría haber sido como el de las anguilas. Si fuera así, se trataría de una característica única entre los cetáceos.
Los machos eran más grandes que las hembras y medían dieciocho metros de longitud, mientras que las hembras medían quince. Su peso variaba entre sesenta y ochenta toneladas.[1] Los ejemplares más grandes, sin embargo, podrían haber llegado a medir hasta veinticuatro metros de longitud.

Los animales que viven en zonas costeras tienen más probabilidades de quedar fosilizados después de su muerte, y en este estadio evolutivo, el basilosaurio ya era un animal totalmente acuático. Gracias a los numerosos fósiles que se han encontrado, los paleontólogos pueden imaginarse cuál era el comportamiento de este animal hace cuarenta millones de años.
El basilosaurio era la ballena más grande de su tiempo, lo que lo convertía en el animal más grande que había en la Tierra. Por lo tanto, se encontraba en el punto más alto de la cadena trófica. Los hallazgos de fósiles de basilosaurio y de otras especies indican que se alimentaba de sirenios, tortugas y otros cetáceos más pequeños como por ejemplo Dorudon o Zygorhiza. En un esqueleto de B. isis encontrado en Wadi Al-Hitan se han encontrado los contenidos del estómago, entre los que se encuentran espinas de peces y el esqueleto de un tiburón pequeño.[9] Debido a sus enormes dimensiones, necesitaba grandes cantidades de alimento para subsistir, de forma que pasaba gran parte del tiempo nadando en aguas someras y buscando presas potenciales con sus desarrollados sentidos de la vista y oído.[3]
Era probablemente un animal solitario que sólo se reunía con otros miembros de su especie para aparearse o cuando una madre cuidaba de su cría.[9] Como las ballenas actuales, respiraba aire y tenía que salir periódicamente a la superficie para cogerlo. Sin embargo, a diferencia de los cetáceos de hoy en día, no tenía espiráculos, sino que tenía que sacar la cabeza por encima de la superficie del agua y respirar profundamente por medio de sus narices.[3]
Como se han encontrado fósiles de basilosaurio (y de Dorudon) en sedimentos de diferentes tipos, se sabe que estas ballenas eran capaces de vivir tanto en aguas someras como en aguas profundas. También gracias al registro fósil se sabe que estos animales del Eoceno tenían una amplia difusión geográfica.[10]

El basilosaurio vivió en los mares tropicales y subtropicales del Eoceno tardío. Su difusión geográfica estaba centrada en el Océano de Tetis, un océano primitivo que se formó hace 250 millones de años a finales del período Pérmico y que en tiempos del Eoceno todavía separaba África y el subcontinente indio de Eurasia.[11]
Como su predecesor, el Paleotetis, el océano de Tetis era un océano profundo y cálido. Poseía numerosos mares marginales, especialmente en la zona eurasiática. En la época en que vivió el basilosaurio, el océano ya se encontraba en un estadio adelantado de su proceso de cierre, que empezó hace cien millones de años con la fragmentación de Gondwana y el movimiento de África y la India hacia latitudes más septentrionales. Este proceso continuó durante el Cuaternario hasta que el océano de Tetis quedó casi totalmente cerrado. Hoy en día, el mar Mediterráneo y el Mar Negro son algunos de los pocos vestigios que quedan.

Un ecosistema bastante extendido en el océano de Tetis era el manglar. Este bioma está formado por árboles y arbustos muy tolerantes a la sal, que ocupan la zona intermareal próxima a las desembocaduras de ríos en las latitudes tropicales de la Tierra. Las regiones con manglares cuentan con estuarios y zonas costeras. Los manglares tienen una enorme diversidad biológica debido a su alta productividad, y allí se encuentran numerosas especies de muchos tipos.[12] Los manglares son especialmente susceptibles a los cambios provocados por las mareas, y lo que de día es una playa, de noche puede convertirse en un fondo marino con la subida de la marea.[13] Normalmente, el basilosaurio prefería cazar en mar abierto, pero parece que en periodos de escasez de alimento, las ballenas podrían haberse acercado a buscar presas a los manglares que llenaban las zonas costeras del océano de Tetis. Esto debió de ser algo más frecuente hacia finales del Eoceno, pues un fenómeno de cambio climático, parecido a El Niño pero mucho más drástico y provocado por el gran flujo de agua fría proveniente de la Antártida, empezó a trastocar las cadenas tróficas de todo del mundo y causó la extinción del 20% de las especies del planeta.[1] Esta sería al final la causa de la extinción del basilosaurio.
Compartía hábitat con mamíferos marinos como por ejemplo Dorudon o Zygorhiza, y tiburones como Otodus o Physogaleus. A pesar de la gran diversidad de vida marina de esta época, el basilosaurio era el predador dominante de los océanos.

Durante los primeros años del siglo XIX en Luisiana y Alabama, los fósiles de B. cetoides eran tan comunes (y tan grandes) que se usaban habitualmente como muebles. Una vértebra llegó a la American Philosophical Society, enviada por un tal Juez Bry, que estaba preocupado por el hecho de que estos hallazgos únicos estuvieran siendo destruidos. Los fósiles acabaron en manos del anatomista Richard Harlan, que proclamó que pertenecían a un reptil de cincuenta metros de longitud y le dio el nombre de Basilosaurus ("reptil rey"). Cuando el paleontólogo inglés Richard Owen estudió la columna vertebral, los fragmentos de la mandíbula, las patas y las costillas, proclamó que pertenecían a un mamífero. Owen propuso renombrar el fósil a Zeuglodon cetoides ("diente de yugo") en referencia a sus dientes con doble raíz, típicas de los mamíferos marinos. No obstante, las normas de la nomenclatura binomial especifican que el nombre válido más antiguo es el que se adopta, aunque haya un error en el nombre original.[14] Por esto, Basilosaurus tiene un nombre científico que lo identifica como reptil a pesar de ser un mamífero.
En 1845, Albert Koch oyó historias de hueso gigantes en Alabama, y se presentó allí para reunir un esqueleto completo. Finalmente, creó un esqueleto de treinta y ocho metros de longitud de una supuesta "serpiente marina" que expuso en Nueva York y más tarde en Europa. Más adelante se demostró que los huesos provenían de cinco animales diferentes, algunos de los cuales ni siquiera eran de basilosaurio. Los restos se destruyeron en el gran incendio de Chicago.
Se han encontrado fósiles de otra especie, B. isis, en el denominado Valle de los Zeuglodon en Egipto. Los fósiles, además de estar en un muy buen estado de conservación (incluyendo las patas), eran muy numerosos. Gingerich, que organizó varias expediciones al valle, sugirió que la veneración egipcia por los cocodrilos podría haber estado inspirada por los grandes esqueletos que había. También se han encontrado fósiles de otra especie, B. drazindai, en Pakistán. Otra especie, Basiloterus hussaini, era su pariente más próximo conocido, pero no era ni mucho menos tan alargado.

El género Basilosaurus comprende tres especies:
  • Basilosaurus drazindai
    Descrita por Philip Gingerich et ál en 1997. Sus vértebras lumbares tienen un tamaño y forma similares a las de especies posteriores, pero el arco neural y la espina neural son más largos. Además, posee metapófisis más anchas y más proyectadas hacia adelante, que se extienden más allá de la cara anterior del centro vertebral. El descubrimiento de una especie de Basilosaurus en los sedimentos en los que se encontró el fósil de B. drazindai comportó una nueva datación de estos estratos, puesto que la datación anterior no se correspondía con el espacio temporal de Basilosaurus. El nombre de la especie hace referencia a la Formación Drazindai de Pakistán, donde se encontraron los primeros fósiles. El holotipo (y único ejemplar conocido hasta ahora) es una vértebra lumbar, un poco agrietada y sin una parte del hueso cortical. Posiblemente se trataba de una vértebra caudal anterior.[5],
  • Basilosaurus isis
    Descrita por Charles William Andrews en 1904.[16] Se ha encontrado una gran cantidad de fósiles en Wadi Al-Hitan, Egipto, en sedimentos del Bartoniano. La especie está dedicada a Isis, diosa de la maternidad y la fertilidad en la mitología egipcia. Hasta finales de los años ochenta, se ignoraba que los animales del género Basilosaurus tuvieran patas posteriores, a pesar del gran número de fósiles que se habían encontrado. Fue un fósil completo de B. isis excavado por el equipo de Gingerich en Wadi Al-Hitan el que reveló las patas posteriores vestigiales de estos cetáceos.[8].
Algunos criptozoólogos creen que todavía existe el basilosaurio o una forma evolucionada y es la explicación de las historias de serpientes marinas. No obstante, su presencia en el registro fósil se acaba hace treinta y siete millones de años, de forma que esta posibilidad es cuanto menos inverosímil.
La teoría de que el basilosaurio pudiera ser el críptido detrás de misterios como el del monstruo del lago Ness ha sido propuesta como contraargumento para responder a la afirmación de que los plesiosaurios (otro animal extinto habitual en las discusiones de criptozoología) no podrían vivir en aguas frías septentrionales.[17] Un mamífero endotérmico como el basilosaurio habría podido vivir en estas aguas. Además, muchas "serpientes marinas" supuestamente tienen pelo y se mueven con un movimiento vertical de la columna vertebral, un rasgo típico de los mamíferos y no de los reptiles.
El basilosaurio ha sido propuesto como solución de los misterios de los críptidos Gambo, Nessie, Ogopogo y Cadborosaurus willsi.

Una hembra de basilosaurio es una de los protagonistas del segundo episodio de la serie de paleontología de la BBC Walking with Beasts. El episodio narra el ciclo desde que la hembra queda embarazada hasta al poco del nacimiento de su cría.
La primera aparición del basilosaurio es cuando la hembra caza un tiburón en aguas de la parte septentrional del océano de Tetis, donde los ejemplares adultos de esta especie se reúnen por la época de apareamiento. Varios machos intentan cortejarla, y finalmente ella elige el más grande. Como su tamaño es un obstáculo para el apareamiento, utilizan las patas vestigiales que tienen para acoplar sus cuerpos. Así pues, la hembra queda embarazada por el macho.

Mientras tanto, un gran episodio de cambio climático está empezando a desequilibrar los ecosistemas del mundo. El enfriamiento de las corrientes oceánicas es una amenaza especialmente grave para un animal marino como el basilosaurio. Cuatro meses después de quedarse embarazada, la cadena trófica de la que dependía la hembra se ha hundido, y la escasez de peces la obliga a cazar a lugares poco habituales. En la parte meridional del océano de Tetis hay abundantes manglares de aguas someras. En un intento de cazar un Moeritherium (una especie de proboscídeo primitivo), la ballena se queda encallada en un banco de arena – afortunadamente para ella, consigue liberarse cuando sube la marea.
Unas semanas más tarde, la hembra sigue teniendo problemas para alimentarse, y su situación todavía es más crítica debido a que se encuentra en un estado avanzado de gestación. El problema es que, como su cuerpo ha agotado las reservas de grasa, si no se alimenta pronto, abortará. Afortunadamente para ella, encuentra una laguna donde las hembras de Dorudon se están preparando para dar a luz. Después de desparasitarse frotando su cuerpo contra la arena del fondo marino, vuelve a atacar a los Dorudon. A pesar de los esfuerzos de los adultos, la agresividad de la hembra de basilosaurio acaba teniendo recompensa, y durante los siguientes días, mata a diversas crias de Dorudon para alimentarse.
La próxima vez que aparece la hembra, ya está en compañía de su cría. Esta vez, han conseguido sobrevivir,
pero su especie está condenada a extinguirse con el cambio de época.[18] El basilosaurio también ha aparecido en Sea Monsters, un documental de la BBC parecido a Walking with Beasts. Aparece en el segundo programa, Into the Jaws of Death, y es considerado como el cuarto animal marino más peligroso de todos los tiempos. En esta serie la ballena se presenta bastante más agresiva que en Walking with Beasts.