Maiasaura ("lagarto madre atenta")[1] es un género representado por una única especie de dinosaurio ornitópodo hadrosáurido, que vivió a finales del período Cretácico superior, hace aproximadamente 80 y 70 millones de años, en el Campaniano, en lo que es hoy Norteamérica. Junto a los restos descubiertos se encontraron decenas de nidos, en lo que hoy se lama de Montaña de los Huevos (Egg´s Mountain), en Montana, Estados Unidos. Ésta fue la primera prueba de que los dinosaurios gigantes alimentaban a sus crías.
Maiasauria medía entre 6 y 9 metros de longitud con un peso de casi 2 toneladas. La disposición de los huesos indica que su manera de caminar usual era bípeda, y su gran cola aplanada por los lados ayudaba a mantener el equilibrio. Si bien esta posición era útil para conseguir hojas de los árboles, seguramente se colocaban a cuatro patas para comer matorrales bajos.
Se alimentaba de plantas, hojas, frutas y semillas. Su hocico, con forma de pico de pato típica de los hadrosáuridos poseía varias hileras de dientes en la parte posterior de la boca que trituraban el alimento una vez se cortaba con el pico. En la parte superior del cráneo tenían una protuberancia ósea, sobre las dos cuencas oculares. Un adulto tenía que comer 90 kg de vegetales para poder tener buena salud.
Maiasaura fue descubierto por el paleontólogo de dinosaurios Jack Horner (el consejero paleontológico de las películas de Parque Jurásico) y Robert Makela en la Formación Dos Medicinas de Montana, en el año 1979. Llamó al dinosaurio Maiasaura después de una serie de nidos con restos de cáscaras de huevo, esqueletos de pequeños Maiasaura y fósiles de hojas, frutas y semillas.[2] Los nidos eran agujeros en el barro, de considerable tamaño y forma circular. Esta fue la primera prueba de dinosaurios gigantescos que cuidaban a sus crías de todo peligro hasta que sean jóvenes y puedan cuidarse solo haciendo sus propios nidos. Antes de hallar dichos nidos, estaba aceptada la idea de que no se proporcionaba ningún tipo de atención a los huevos.
Cuando se continuó con las excavaciones, apenas un año después aparecieron una ingente cantidad de nidos agrupados, por lo que el lugar fue bautizado como la Montaña de los Huevos. Más de 200 especímenes, en todas las etapas de edad, han sido encontrados.
La relación filogenética más cercana del género Maiasaura parece corresponder con Brachylophosaurus. Para reflejar esto, ambos géneros aparecen dentro de la misma tribu. De esta manera quedan diferenciados del resto de componentes de esa subfamilia: Aralosaurus, Hadrosaurus y Gryposaurus.
Debido a la gran cantidad de nidos y esqueletos encontrados en Norteamérica, los expertos creen que los maiasaura vivían en enormes manadas nómadas, que anualmente regresaban al mismo lugar de reproducción. Es posible que los nidos fueran reutilizados de un año a otro. Todas las crías que llegaran a la edad adulta, se convertirían en nuevos integrantes de la gran manada. El maiasauria fue contemporáneo al orodromeo, trodonte, el ceratópsido centrosaurio, el macizo euoplocéfalo y parientes más tempranos del tiranosaurio, Daspletosaurio y albertosaurio.
Estos animales no estaban dotados con poderosas armas para repelir a los depredadores, por lo que probablemente utilizaran la huida o el camuflaje como estrategia. Es posible que poseyeran los sentidos del oído y la vista muy desarrollados para descubrir a los intrusos. Se cree que quizá pudieran esconderse sumergiéndose en lagos o ríos.
Los maiasaurias vivían en manadas de hasta 10.000 individuos; criaban a sus jóvenes en colonias de anidamiento. Los nidos estaban muy cerca uno del otro, como en las aves modernas actuales, con un espacio entre los nidos de alrededor de 7 metros, menos que el largo de un adulto.[3] Maiasaura excavaba en el suelo un hueco de 2 m de diámetro con forma de cráter. Estos nidos estaban hechos de tierra y contenían cada uno entr 30 a 40 huevos en un patrón circular o espiralado. Los huevos son de aproximadamente el tamaño de los huevos de un avestruz.[4]
Los huevos fueron incubados por el calor resultante de la vegetación en descomposición puesta en el nido por los padres, en vez de que un padre los empollara sentándose en el nido. Los fósiles de maiasauras bebé demuestran que sus piernas no eran completamente desarrolladas y eran incapaces de caminar. Los fósiles también demuestran usaron sus dientes, así que significa que los adultos trajeron el alimento al nido.[4]
Las crías crecían de 16 a 58 cm de largo en el plazo de su primer año. A este punto, o quizás después de otro año, el animal abandonaba el nido. Esta alta tasa de crecimiento puede ser evidencia de que poseían sangre caliente. Las crías tenían diversas proporciones faciales de los adultos, con ojos más grandes y un hocico más corto.[4] Estas características se asocian a las crías y son comunes entre los animales que son dependientes de sus padres para su supervivencia durante los primeros tiempos de vida
Este ornitópodo cuando se apareaba, después hacia un nido en el que ponía entre 18 y 30 huevos y esperaba hasta que nacieran. Durante la incubación, los bebés medían 50 cm de longitud y tenían huesos ligeros, extremidades largas y débiles, columna vertebral arqueada y cuello en forma de U semejante al de los adultos. Los individuos pequeños permanecían siempre en el nido porque sus patas débiles les impedían correr o caminar. Otro trabajo que tenía que encargarse la madre maiasauria era llevarles alimento al nido a los crías, las cuales no podían recolectarlo. Sin embargo, sus dientes estaban desgastados, lo que indica un cuidado parental prolongado. Probablemente los padres masticaban las plantas duras para facilitarles el alimento a sus crías. También se ha especulado con la posibilidad que los adultos hicieran turnos de vigilancia.
La cría permanecía en el nido por 2 años. Los bebés crecían muy rápido, duplicaban su longitud en tan solo cuatro semanas. Las patas se volvían más fuertes y las caderas formaban una conexión con la columna vertebral. Es probable que el maiasauria joven se aventurara a alejarse del nido, en busca de alimento, bajo vigilancia de uno de los padres. Por medio de fósiles se ha descubierto que cuando alcanzaba aproximadamente 1,5 m de largo ya estaba listo para abandonar el nido y unirse a la manada. Crecían muy rápido, de hecho el crecer rápido es una de las teorías por las cuales los dinosaurios son de sangre caliente porque han necesitado alimentarse mucho para crecer de ese modo, lo que hacen normalmente los animales de sangre caliente. Ya cuando el maiasauria tenía 2 años de edad, alcanzaba longitudes de 3 m. Pero ya llegaba a la edad adulta cuando tenía entre 4 y 6 años. Las extremidades eran cortas y robustas y las patas más largas que los brazos. Al parecer la maiasauria hembra regresaba a anidar cada año al mismo lugar, hasta con 10000 animales más.[4] Cuando los jóvenes eran lo suficientemente fuertes debían migrar a otros bosques para asegurar el alimento de la manada, todas estas características se las ha afirmado por medio del hallazgo de fósiles, de esa forma se ha descifrado todo sobre su crecimiento y actitud.
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